domingo, 10 de octubre de 2010

Zombieland

¿Dónde quedó la humanidad? ¿Dónde quedó la empatía y la reflexión?¿Alguna vez existieron?
Perdimos, considerando que la respuesta al último interrogante fuese afirmativa, la capacidad de generar pensamiento propio y por ende crítico. Dejamos que nos la hicieran perder, asumamos un 50% de la culpa judeo cristiana que nos corresponde. Engullimos, cual perros famélicos e irracionales bajo la mesa, las sobras sin preguntarnos si es caviar, asado de tira o polenta, sin querer saber el resultado de dicha ingesta en nuestra materia gris. Fagocitamos de una sola mordida la mierda Tinelli, el bolo Clarín/TN, el caballo blanco de San Martín y un violeta con la cara de Roca. Dormidos, anestesiados, clonazepaneados, mansos muy mansos repetimos las críticas que debemos tener hacia el presente, y aún así, si en algo coincidimos, nada es suficiente porque queremos todo para ayer.
Ilógicos, padecientes de estulticia olvidamos la burocracia del ser humano y que como tales somos también seres sociales. Y por más que busque y rebusque en el fondo de mis vísceras no se como hacer para que la corriente intolerante no me arrastre a esa zombieland que hasta el fin de sus días reiterará atrocidades tales como “con los militares estábamos mejor”.
Hoy decidí dejar de mirar la pelusa que se acumula en mis neuronas y quiero pedirle a quien lea esto, aunque eso tal vez nunca ocurra, que no se deje colonizar las ideas, que es lo único con lo que uno cuenta hasta el fin de su efímera vida.

2 comentarios:

  1. cambalache, dale que va.

    si Colón hubiese sido un franchute llamado Deffèc... ¿te das cuénta de cómo sería ese verbo que nos trae a la mente la ocupación inglesa en las malvinas? al menos sería sincerísimo.

    hoy vi una nota que relacionaba la censura australiana del softporn con el creciente número de cirugías plásticas vaginales en ese país, lo cual tiene demasiado sentido. pero el punto es que no sabía que hay mujeres que se cortan la concha en masa. me hiciste acordar a eso. colonizar las ideas de mujeres sobre lo que es una concha es, mínimo, una canallada. y una atroz.

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  2. Unas cuantas horas luego de escribir está catarata de insultos, llamé a mi abuela Coca (tarea suicida para un feriado)... Y me preguntó si lo dejaba pasar al censista, que qué le iba a preguntar, si le contestaba con la verdad y si no estaba en riesgo su integridad física... ¡Eso si que es Deffècación joder!

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