viernes, 21 de mayo de 2010

Clotilde

Siempre pienso lo peor. Lo peor de la gente, las peores posibilidades de resolución de un conflicto, que puede pasar lo peor en lo que emprenda, aunque sea una tamaña boludez, es lo peor.
Viene un amigo, allegado, conocido o como quiera llamarlo y me dice: “Tengo una casa en tigre por el finde ¿venís?”. Usted dirá que pienso que hay muchos mosquitos pero se equivoca.
Primero ubico en el mapa tigre con respecto del lugar donde generalmente estoy. Uff son como muchos kilómetros. Como se llegará, busco los recorridos más rápidos para una persona pobre, o más bien semi pobre, que no tiene auto. Tren, ok línea Mitre estación Mitre (Mitre Mitre solo yo me rio de estas boludeces) combinación con el fucking tren careta de la puta costa. Y ahí empieza el mambo…
Y si el tren se descarrila, o peor y si llega a destino… Si llega a destino me tengo que subir a la inefable lancha colectivo. Cosa motorizada que se bambolea sobre esa agua putrefacta. Y va la lancha colectivo a las chapas y se choca, si si se choca con un árbol caído y no morimos o peor el transporte de los pobres o semi pobres se choca con el otro transporte de los pobres, el bote a remo, y todos morimos en una desgracia irónica. O sino peor, para dejar en clara la contradicción social morimos en manos del capital al colisionar con una super lancha de un nuevo rico grasa que va a escuchando bombón asesino, perecemos ante una cumbia densa como el agua. O no, no nos morimos sino simplemente caemos todos al agua y tragamos ese putrefacto líquido que está punto de perder dicho estado y nos pescamos una difteria que nos caga literalmente la existencia, no somos lo suficiente buenos para morir. No señor no lo somos, a sufrir postrados en la cama.
Y si nada de todo esto sucede y llega uno a dicha casa, es más que probable, Murphy mediante, que se llueva todo en 48hs y uno quede encerrado viendo como el agua sube. Y sube, y sube y no queda más comida, ni agua. Usted dirá pero llueve, hay agua. No, esa putrefacta agua da difteria como mínimo muerte súbita como máximo, pero somos demasiado malos para morir tan fácilmente. Entonces vemos como el hambre crece, y ya nos empieza a dar por el canibalismo, nos detenemos a observar en nuestros amigos pliegues cárnicos, posibles sushis humanos. La ingesta de personas nos da difteria y chin pum ahora si morimos, ya nos lo merecemos a esta altura.
A todo esto pasaron aproximadamente 5 minutos de silencio desde que la propuesta fue lanzada al cosmos. Y obviamente si una quiere seguir pareciendo cuerda ante sus coetáneos no puede explicar todo lo peor que puede ocurrir y simplemente quedando como una amarga/nena malcriada objeta un “Te parece, el tigre es una mierda, está lleno de mosquitos”.
Y se va de la situación siendo para los demás una simple conchuda pero usted misma sabe que es la loca que siempre piensa lo peor.

1 comentario: